domingo, 13 de diciembre de 2009

Y fue en sus tiempos la reina del Montmartre...

Lo único que supe es que no podía resistir la tentación de abrir la blanca puerta de una habitación, en donde sabia que estarías hundida entre las sabanas inundadas con el olor del sexo. Lo último que quería era verte, pero sin pensarlo mucho, mi mano se enfriaba con el metal del picaporte que empezaba a girar hacia la derecha.
Fue lo último que verdaderamente supe, antes de que mis ojos vean los cables grasientos y encintados del portalámparas, que cuelga del hueco despintado, en el techo de mi pieza.
Sentí mucho calor, y esa corta sensación que uno trae medio de contrabando desde aquella otra habitación que te enfría la palma, al ingresar en ella. Ahora que uno sale de la misma de improvisto, está en otra habitación con las manos sudadas. Puede que sea un tanto raro... pero este componente efímero, hasta me hizo creer que ya había amanecido, con toda esa luz que tiñe de anaranjado el ambiente. Me asusté pensando que desperté tardísimo sin ir al trabajo siquiera, cuando en realidad se trataba de una truncada siesta de valla a saber que tarde de noviembre. Después a enjuagarse un poco la cara en el baño, y vaciar el frasco de Nescafé abajo del lavabo, que ya se llenó de agua otra vez.
Mañana capaz arregle esa gotera.

martes, 24 de noviembre de 2009

Los Blogs son todos una verdadera bosta

Menos el mio, por el simple hecho de que soy genial, y ustedes son demasiado boludos. Pero se que no lo hacen de malos sino porque no les da.




El Gabo que escribe en los baños y no conoce demasiado de ortografía, es el mismo que puede escribir otros grafitis arriba del mingitorio como "Si te arde cuando meas andá a un médico", o decir cosas como "Mi mamá no me deja entrar a este baño, porque dice que me drogo"












Y otro día conocerás la peor angustia
Hasta las sonrisas tienen labios leporinos
Sos tan rubia, que tu cola dice BOXING

sábado, 24 de octubre de 2009

Y renacerá

El letargo de una noche alumbrada por el monitor de la maquina, se anuncia decorado con el rumor placentero de las picaduras que arden en la piel.
Las uñas que roen sobre el pequeño cráter succionado en su pierna, transforman la saciedad del picor, en fuego que aniquila el alivio.
El avance de los minutos bañados de la luz blanca del tubo sobre su rostro, proyecta la hoja vacía, que busca explicar con palabras sobre un teclado, la sensación que aun le quema. De pronto, la calma se vio irrumpida por el vuelo cansino del insecto que se posa sobre la misma pantalla.
Bastó un dedo para deshacerlo, en una muda explosión sanguina. El color rojo diluido, se enerva en pixeles. La sangre mancha el blanco del monitor… la sangre que sin duda, es su sangre. El dedo que la esparce, la limpia hasta que la pantalla recupera el mismo blanco que ostentaba durante el letargo de su noche.
Y algún día la misma mancha reseca y olvidada, será descubierta una mañana cualquiera por el brillo que entra por la ventana.
Richard Ashcroft
Estas tan aburrido que matas un mosquito y te haces el poronga. Igual se que soy un grasa que tapa el auto con frasadas y ladrillos , porque tiene miedo de que caiga granizo.

martes, 13 de octubre de 2009

Soy re ingenioso

Duende nocturno

Grande la duda, bien lo dedujo
efímera causal que regocija
lamiendo de tus cantos el flujo
que brota al rozar con mi pija

Que bien que escribo!..mis sentimientos son tan profundos que me veo obligado a exponerlos al público...Por eso tengo un Blog...
Es la misma razón que eligen todas la demás personas que escriben su blog, ellos al igual que yo, escriben demasiado bien y necesitan hacerlo saber
















Ahh, el otro día volví a andar en bici, y pasé por ese paso a nivel (de la foto) que esta en Haedo, el cual pasaba todos los días a toda velocidad,para ir a la facultad. Me di cuenta que ahora me da miedo y tengo vértigo, porque no lo pude hacer, me baje de la bici, y pase caminando lo más cerca de la pared posible..Sentí que la baranda era demasiado baja.
FAaaa! Qué metáfora de la involución...!
Ves, que necesito tener un blog

domingo, 4 de octubre de 2009

Trapito (Qué mano insensible te clavó en la tierra marcando tus dias)

Ayer volvía del centro, y era un quilombo de autos porque estuvo la bendita procesión a Lujan, que existe también para joder un poco a la gente que no elige creer.Cuando llegué a Ramos, me acordé de sacar algo de guita del banco, antes de ir a casa. Y como Rivadavia estaba cortada, no sabía donde dejar el auto. Bordeé la placita Mitre, y con suerte pude acomodarlo atrás de un volquete delante de un edificio en construcción. A penas apagué el motor, ya se me acercó el cuidacoches con su pechera naranja fluorescente. Lo saludé y me fui corriendo ese par de cuadras, hasta llegar al banco, porque sinceramente me estaba meando. Me dan bronca los cuidacoches, porque asumen como obligación, el hecho de abonarle plata por estacionar en la calle. Además eran las 4 de la tarde, porque si fuera de noche todavía…Pero esta gente se adueñó del centro de Ramos y hace unos años uno no puede dejar el auto en ningún lado sin que estos te vengan a pedir plata.
Hay actividades de los Buscas, las cuales respeto un poco más…
A los tipos que te ofrecen limpiarte el parabrisas, o los que te venden flores en los semáforos, les doy las gracias si no tengo una moneda para darles, pero los veo como un rebusque válido, para ganarse unos mangos…pero estos que no tienen laburo y te vienen a pedir por una función nula que ejercen, sobretodo por su condición de anularte el derecho de dejar el auto en al calle, por eso todos les terminan pagando por el miedo a que te lo rayen.
La cuestión es que en menos de 5 minutos ya había vuelto del banco, y como era de esperarse el chabón con la pechera fluorescente anaranjada, se paró adelante, ayudándome a maniobrar con sus señas…(Como si fuese difícil sacarlo, cuando solo tenes un volquete adelante). Mi idea era otra desde le vamos, sabia que si avanzaba, me iba a meter de vuelta en el quilombo de autos que eran desviados por la policía, ya que Rivadavia estaba cortada. Iba a estar 15 minutos para retomar y como dije antes me estaba meando.
Así que fui práctico, mientras el bien predispuesto señor ya se disponía a recibir su propina, después de darme las indicaciones básicas para girar el volante, metí Reversa, y salí a los santos pedos, haciendo los 100 metros de esa cuadra, en marcha atrás, para retomar por la calle liberada al transito.
Se que soy un forro por no darle su propina…pero que me la chupe!.

martes, 22 de septiembre de 2009

El mundo es un pañuelo!

Recien me di cuenta que la Novia de Daniel Larusso, y la de Marty Mc Fly, es la misma Mina!!!
Ya nada tiene sentido...



Toco medio como el orto, al final creo que soy del palo del tango, a la mierda con tanto rock alternativo, indie o Madchester



AHAH y ya que estoy, si alguien adivina quien es el tipo que aparece en la foto del título tomando una cerveza, le regalo lo que me pida

lunes, 21 de septiembre de 2009

Hace algo de tu vida Forro!

La chica rubia de palermo que estudia abogacía, y el padre le paga las vacaciones en Pinamar con sus amigas, quedó perdidamente enamorada del tipo que está al borde de cumplir los 30, y hace malabares con clavas encendidas en los semáforos, con el riesgo de quemar las pocas rastas que le quedan, en su cabeza acechada por alopecia maquillada de cultura reggae.
Juntos bebieron de golpe un amor entero de libertad y progresismo, que duró casi dos meses, rozando tangencialmente a la primavera.
El final era inminente. Él no tuvo la culpa de no tener jamás, mas de $5 en sus bolsillos, o de tararear con la guitarra a Manu Chao, vistiendo con ropa de ferias, y alimentándose de mandarinas robadas.
Un día los viajes en el furgón dejaron de ser divertidos. El olor del porro no transformaba en gracioso a ningún comentario del Che Guevara.
Ahora ella baila, en Pacha. Y vos sos lo mismo que fuiste siempre, para cualquier almacenero de barrio: Un negrito roñoso!

Raro que suene Jeff Buckley



Aca saca la foto, no me ves, pelotuda.!..y la sacó donde quiso




Bueno no me banco mucho, que me vengan a pedir monedas, nada más.
Después trato de ser bueno con la gente.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Un Número de telefono

Hace tanto que no nos veíamos, que no aguanté y te volví a llamar. Lo conseguiste demasiado fácil. Vos me intimaste, viniéndome a buscar, al enterarte que en todo este tiempo de plena ausencia, yo había conocido a Melisa.
Supe que el orgullo de las minas es bastante fuerte, y que no podías bancarte el hecho de verme con otra.
La jugaste bien, como cuando tenes una buena mano para el envido, y sin deschabarte el tanto, te aguatas de cantarlo, para tener vos el “Quiero” después.
Y ganándome con 33 de mano, te fui a buscar.
Garchamos. A la mañana el beso rápido, y –cuando llegues llamame así hablamos-. Después cada uno a esperar su colectivo, a cada lado de la calle. Desde enfrente tiras un beso cuando te subís al tuyo, mientras sigo esperando a que llegue el mío. Te veo sentarte del lado de la ventanilla, y después de guardar las monedas me sonreís , antes de que el bondi arranque...
Creo que esa noche fue cuando quise pedir una docena de empanadas, para la cena, y no encontraba el número de “El noble repulgue” (que es el lugar a donde siempre llamo cuando pido empanadas), así que se me dio por llamar al que figura en uno de los imanes de la heladera.
Era un imán de color verde, de un local llamado “EMPANATA”. Llamé resignado, sabiendo que probablemente nadie me atendería. Ahora que me acuerdo, ese local dejó de existir hace rato, porque las veces que había marcado el teléfono sonaba de forma incansable, sin que alguien atienda. Fueron mínimo 3 las veces en los últimos meses, en que había marcado ese número sin encontrar ninguna voz detrás del tubo.
-Llamo , total no cuesta nada, que se yo!-, Por ahí estaban de vacaciones, o haciendo reformas , o en una de esas sin trabajar los días feriados.. Hubieran sido demasiadas las coincidencias que se tornaron las veces que decidía llamar a EMPANATA. Sin embargo, volví a marcar el número. Está vez, una chica me atiende y me toma el pedido, diciéndome que la docena me costaría $23, y en menos de media hora estarían tocándome el timbre.
A penas corté, me resultó extraña la llamada, porque el local existía a pesar de las veces anteriores en la que fue imposible comunicarme, y además el costo de la docena es irrisorio, ya que acostumbro a pagar en cualquier parte no menos de $35.
Al rato llega el chico del delivery, con unas empanadas que además de baratas, eran enormes y exquisitas, sin dudas las mejores que había probado en todo Ramos Mejia.
Hay algo que no anda bien, estaba seguro de que ese local no existía más, no podía ser que las otras veces nunca atendieran cuando los llamaba por teléfono. En realidad es un local que no recuerdo haberlo visto en la calle, lo conocía solamente por el número que figura en el imán pegado de la heladera. Imán que ni siquiera se como llegó a mi heladera. Ahí también figura su dirección, sobre la av. San Martin, aunque la numeración no se puede leer, ya que se encuentra borroneada, por gotas de agua o aceite, que le habrá caído alguna vez (Con fineza se distinguen 3 números, que indicarían que el local de EMPANATA, se ubica mínimo entre 10 cuadras, sobre esa Av San Martin, que empieza en la estación y alcanza el 1000 cuando llega a la plaza Bomberitos)…Creo que una sola vez vi el local. Por ahí tengo un vago recuerdo de su marquesina, ya reemplazada por otro negocio en al actualidad. Si es el negocio, en el que pienso, estoy seguro de que existió..Pero que hoy no está más. Sería capaz de asegurarlo, sin ningún fundamento sólido, y menos ahora que una chica me atiende, y me manda el pedido.
El hecho que el precio de la docena, sea tan bajo, me provoca una sospecha ridícula. Pongamos que en todo este tiempo en el que era imposible comunicarse, fue porque lógicamente EMPANATA, cerró hace un par de años,(como creía hasta hoy a la noche) y el local quedo vacío. ¿Puede ser que por alguna falla, del universo, se provoque un quiebre espacio-temporal, que me permita comunicarme con el pasado inmediato?, Pasado que evoca y palpita los acontecimientos propios, vividos hace un par de años, donde el local de EMPANATA, atendía a sus clientes y manejaba ese rango de precios para sus docenas. Fruto de la carga inflacionaria de la época.¿Quién seria capaz de vender una docena a $23 hoy en día?.
Los endebles pilares de mis sospechas están entablados únicamente, sobre esa suposición.
Quizás sea cierto que los empleados y dueños de EMPANATA, permanezcan encerrados en su local, viviendo 2 años antes que nosotros, prendiendo la tele y viendo a San Lorenzo festejar el campeonato de Ramón Díaz, o averiguando las listas de los padrones, para votar dentro de un par de meses a Lavagna como presidente de la nación.
Capaz, logre traer desde ese pasado reciente, por lo menos una docena de empanadas. Tal vez por mi perseverancia, en seguir marcando ese numero, que durante tanto tiempo se me negaba.
No es virtud de Quijotes hacer frente a estas pequeñas causas perdidas como las de rescatar locales de comidas cerrados hace un par de años, pero se que por mi empeño logré traerme de aquel espacio olvidado, preso en vaya a saber que dimensión de tiempo, aunque sea las mejores empandas de Ramos Mejía.
Me acuerdo que esa misma noche cuando terminé de comer, te llamé como me habías pedido, hasta que me cansé de escuchar sonar tu teléfono, y me quedé dormido.
Al otro día fue levantarse temprano para entrar al laburo, y cuando me quise acordar ya era jueves, creo que hasta había empezado octubre, porque me di cuanta que me había vencido la boleta de Edenor, Y no volvimos a hablar, después de tu sonrisa arriba del bondi.
Esa noche vaya a saber de que dimensión, ubicada en un universo antiguo, que atrasa algunos años, se había escapado algo más que una docena de empanadas.

martes, 1 de septiembre de 2009

HUMOR para pensar y repensar


Ayer fui a la panadería y compré medio kilo de Miñoncitos, y la chica que me atendió me dijo:
-"Te dejo la bolsa abierta porque están calentitos y va transpirar el Nylon,... los hicieron recién!"
-Dale no hay drama, Cuando llegue a mi casa me ocupo de anudarla bien!.
Pagué con un billete de $10 y me dio mi vuelto que ascendía a 6 pesos. Al instante salían de la caja registradora 3 billetes de $2. Notable desenvolvimiento de la linda chica que me atendía, tanto para las restas, como para evaluar las propiedades químicas de la condensación y licuefacción de los gases de la panificación.
No abrí la puerta al salir, porque la panadería de Ramos Mejía tiene un sistema automático que mediante un dispositivo eléctrico, la abre sola, dejando en evidencia la gentileza de sus dueños, que se toman el trabajo de ahorrarle a sus clientes el deber de empujar picaportes.
Estos otros, luego lo agradeceran pagando mas cara que en cualquier otro local del ramo, su pasta Frola.
Che, esto que acabo de escribir ,es una verdadera bosta.. O no?
Y claro que es una bosta!
La gente que tiene Blogs escribe esta clase de cosas y se cree muy graciosa y original.
Por eso tienen Blogs.
Il signorino Tornabene, su ritorno

domingo, 2 de agosto de 2009

La Noche de poder

“Cuando no se tiene el coraje de vivir como se piensa, se termina por pensar como se vive”.
Victoria Ocampo.



Es esa sensación de cansancio mezclada con suciedad, de transpiración y nicotina pegada en la camisa, de nochecita húmeda a las 7 de la tarde, en el microcentro. No hay día de la semana, sin que salga del edificio de la calle Piedras, salude al seguridad de la puerta y me diga a mi mismo, “ya mi viejo no me necesita en el trabajo!”, yo no sirvo para estar todos los días sumando números de cosas que ni siquiera conozco. Pero la rutina es tentadora, el precio de lucrar con la seguridad de un sueldo todos los meses, me viene amansando en ese suave y dominante letargo. Últimamente me invade un miedo innovador. Como cada tarde al salir del trabajo el reclamo se repite, y ya no entiendo a donde dirigir mi quejadumbroso destino que me tiene insatisfecho dentro de esa oficina.
Me digo, “Ya no quiero más esto”, ¿Pero que es lo que quiero? o ¿Para que? Si así estoy bien, “pero no!”. Sino no puedo preguntarme lo mismo día tras día, semana tras semana, ya me ganó durante 4 años esta duda que no trasmuta en el tiempo, me envejece y me enseña a tolerarla con esa ligera suavidad, casi imperceptible. Porque cuándo todo empezó, fue como una ayuda de mi viejo para poder seguir mis estudios de contador, para tener unos pesos, pero hoy ya abandoné la carrera, sin embargo sigo ahí dentro. ¿Por qué?, pensé que irme era traicionar a mi viejo en ese entonces, hoy aunque no lo vea de esa forma sigo ahí, es el conformismo, la seguridad, la certeza de poner el despertador, de llamar a Ana a la misma hora, del insomnio, de las repetidas anécdotas en el café, de ir a casa de mamá. El tener todo bajo control, ese triunfo del orden que impera como verdadero soberano. Hoy soy esclavo de ese anhelo de seguridad, que fue mi preocupación arcaica, y viene a encarcelarme con este miedo del que les hablo.
Esta tarde salí un poco más apurado, porque quería tomarme el colectivo para ir de Ana, a pasar la noche juntos. Hace rato no nos vemos, y cada vez que nos encontramos tengo la intuición de que ella espera la mejor forma de dar por concluida esta relación que se mantiene por el peso de una cobardía pertinaz en ambos, de eludir hipocresías, de volver a conformarnos, de aceptar esa puta seguridad, del escape más sencillo a la soledad, del miedo a los soliloquios posteriores de cuartos a oscuras, de sabanas tendidas. Es tan degradante, verla y adivinar un dejo de lástima, de irreverencia, y hasta de una suma irritación al verme como a un timorato, al que se le han acabado las expectativas, con ella, con el laburo, con todo. La cuestión es que la espera por esa decisión final crece. Decisión que jamás iba a venir de mi parte, y ella lo sabía, pero también sumida en un similar conformismo en el que seguimos hundiéndonos, buscaba la forma de huir de todo esto de una buena vez. Para ser sincero, de a poco me va importando menos la certeza de que ella conoció a otro y ni siquiera pierde el tiempo en darme esa estocada final, ya ni esa gloria de domingo de plaza de toros la alienta a acabarme. Al salir de la oficina pensé que esta espera era a causa ya no de su conformismo, o su cobardía, si no del rotundo desinterés. El pensamiento coincidió con recibir un frío mensaje al celular, en le que ella pedía que hoy no pasara por su casa, por problemas que ni perdió el tiempo en detallar. Quizás en otro momento la hubiera llamado enojado pidiendo explicaciones, con la angustia de perderla. Creo que finjo una aceptación, por todo ese miedo que me deja en una suerte de anestesia, de narices violáceas teñidas de acido prúsico. Me avergüenzo de esta aceptación que sigue venciéndome. Primero con la poca fuerza de valor, para encarar a mi viejo y desligarme de la oficina.
-Puta es mi viejo!, después de todo quiere lo mejor para mí, por eso me dio el trabajo, para ayudarme, para que crezca, ¿tan doloroso puede ser el crecimiento?, ya crecí.
No me explico por qué la incapacidad para alejarme de su designio, me provoque tal insatisfacción. La misma que no se detiene y sigue aumentando a sus espaldas.
Que se yo, el sentir este marcado rechazo de Ana, me incomoda, sé que ahora voy a terminar comiendo en casa de mi vieja, y durante el camino, no voy a poder dejar de pergeñar ecuaciones relacionadas a su vida, de que es lo que hace, en que piensa. Idear la manera de captar su interés nuevamente, de alejarme, de valerme de una ausencia, de que me piense y buscar una idealización tras esa distancia. O fingir una vida paralela a la relación, que me aventure a crear historias ficticias, de ribetes psicóticos, con el fin de de saberla alejada del eje de mi vacía existencia.
Cuando llegué a casa, mi vieja estaba cocinando y mi viejo en el escritorio leyendo. Iba a prender la tele y quedarme sentado iluminando un cuarto más de ese caserón, y así disimular el vacío enorme que hasta por medio de la casa podía adivinarse. Pero no, fui hasta la cocina y le pregunté a mi vieja cuanto faltaba para que la cena este lista. Como los ravioles iban a demorar no menos de una hora elegí salir a la calle de vuelta, para alimentar la rutina y regar mis pensamientos con las voces que circundan al rechazo de Ana, esa noche. Al caminar hasta la puerta lo vi en la mesita del living, brilloso, potente, dominante. El revolver que era de mi abuelo, y mi viejo lo incluía como un adorno más en el aparador de la entrada. Eso no puede ser un adorno, un objeto justiciero, que rige con el peso del orden. Ese orden que impera tras el horror, el miedo a su poder, a ese albedrío de decidir la vida de quien ose imponerse delante. Ese adminículo que nos regala ese carácter de Dios, de rey soberano, de negro verdugo, no puede ser un simple adorno que junto a demás souvenirs, rellene ese enclenque aparador olvidado del living.
No sabría el motivo por el cual decidí tomarlo, sentir su peso en mis manos, olerlo más de cerca, buscar aquellos rastros de pólvora que escribieron mudos e intangibles anecdotarios, callados como la escena posterior a uno de sus antiguos disparos. Jamás disparé, ni me han llamado la atención las armas, como para verme seducido por ella de este modo obsceno, pero a la vez me cubría de un espeso sosiego, el hecho de imaginar ese cuadro que se produce tras la ejecución de un disparo. La imagen de una calle empedrada, solitaria, perdida, de anacronismos, de dos hombres, un duelo, un estallido que como chicotazo lastima los tímpanos, y luego una sorda caída, el silencio más atroz, la muerte.
Aunque era una noche bastante calurosa agarré la campera que había colgado al entrar, y lo guardé en uno de los bolsillos interiores, y así salimos juntos a la calle.
En un principio, pensé que esa caminata nocturna vendría a soslayar aquellos lugares más recónditos de mi cabeza, donde vuelvo a sufrir la misma situación exasperante del laburo, a aquel facilismo que me impide lograr un cambio, o mi estúpida maleabilidad a las decisiones de Ana. Pero nada de esas cosas invadían mi mente ahora, luego de que me propuse llevar esto en mi campera. Al caminar un par de cuadras, me pregunté que hacía con eso encima, que razón me incitaba actuar de ese modo irracional, sabiendo que nadie anda armado por la ciudad.
-¿Y si se dispara sola?, no tengo la menor idea si esa cosa funciona, después de estar tanto tiempo como adorno de aparador.
Lo más vergonzoso sería salir herido, después de cometer la idiotez de estar con eso encima sin ningún motivo. O peor sería tener la poca fortuna de cruzarme con un oficial de la policía y sobrellevar esa inexplicable y sospechosa actitud, si es que me la encuentra entre mis ropas.
De todas formas me importaba poco, caminaba rápido y me sentía algo intranquilo, pero con la suerte de haber logrado la evasión de aquellos mismos y viejos pensamientos. Cuando llegué al Parque Avellaneda, decidí cruzarlo, sabiendo que es oscuro y peligroso. No me interesaba en verdad, llevaba conmigo un objeto de poder, la corona de la realeza, la cizaña del verdugo. En el medio del parque cruce a un joven de mi edad más o menos, que pasó por delante, dirigiéndose hacia la avenida Directorio, que es de donde yo venía. Después de haberme alejado unos 20 metros decidí frenarme en el sitio, y volverme para acompañarlo. Como un juego quizás, estudiar su comportamiento ante la presencia de un extraño. De un extraño que encima lo asecha en aquel lugar desolado propicio para alentar impunidades, y que brinda el amparo que un crimen necesita. Era cómico ver la manera en la que aceleró el paso al sentirme a sus espaldas. De igual forma le retruqué su jugada. Hasta supo trastabillar con algunas de las piedritas que rellenan el camino. Sentiría pavor el pobre, imaginaría lo peor seguro. Lo peor que estaba cerca de serlo, porque yo tenía el poder conmigo esa noche, tenía el poder que brinda ese objeto del orden, esa herramienta justiciera. Cuando me di cuenta ambos corríamos. Ya la broma me estaba exasperando al no tolerar su poca hombría para sortear esa situación.
-Si te van a robar acéptalo y punto, ¿Qué es eso de correr desesperado buscando una salida?.
Esa luz que sorprende a una cucaracha en las penumbras de una cocina, era la reacción de ese infeliz que corría delante de mí. Volvió a trastabillar con las piedras, solo que esta vez cayó de boca al suelo, y sin atinar a levantarse siquiera, me pidió que no le hiciera nada. Yo lo alcancé con una sonrisa dibujada, disimulando la carcajada tras ser testigo de su deplorable caída. Pero decidí llevar más allá esa broma que alimentaba mi locura, a ese “Yo” insano, cínico, trastornado, que salía de mis viseras y ya era dueño entero de mí ser. Creo que esa risa se transformó en irritación al instante de verlo implorarme de esa forma cobarde. Y clavándole la mirada en sus ojos, saque el arma de la campera, y le apunté sin decirle una palabra. Con su voz quebrada me repetía que me llevara todo lo que quisiese, pero que no le haga nada. Tembloroso se sacó el reloj y me acercó el celular, su billetera, tratando de complacerme de algún modo y acabar con esa pesadilla. Pero yo seguía mirándolo sin abrir la boca y apuntando a su cabeza. Pienso en lo que escribo y no me avergüenzo, él era la vergüenza esa noche, él era el que se replegaba hincado ante mi soberanía de amo poderoso, él decidía aceptar de aquella forma tan vil y denigrante la derrota anta la opresión, ante la decisión de alguien con mayor convicción, “Él” era yo. Y sin quitarle un momento la mirada de sus ojos veía un simple espejo sobre el camino de piedras del parque. En ese entonces mi deseo era verlo estallar, y que se levantara del suelo de manera estridente para irse sobre mí, para golpearme con toda la furia hasta romperme la nariz y verme sangrar la boca. Pero jamás ocurrió, allí estaba tendido, derrotado, aceptando su destino. Era inútil esperar su reacción, lo veía llorar indefenso. Yo deseaba más que nada esa reacción en él, porque quizás, si así hubiese ocurrido yo me habría salvado, su ira desatada vendría a contarme que existe una salida, que el hilo de Ariadna esta en mi mano, y solo me queda recogerlo para salir de esa obra infernal creada por Dédalo. Guardé el arma y corrí como un caballo desbocado para irme bien lejos, para desaparecer y alejarme de esa escena vergonzosa para ambos. Corrí como nunca, buscando alejarme de mí para siempre.

lunes, 27 de julio de 2009

Solo la agujita larga

Esto lo cuento hoy, aunque bien pude haberlo contado hace más de un mes, cuando en realidad pasó, pero como me pasó a la mañana bien temprano, da lo mismo…, total no hay nada que se asemeje tanto como mis mañanas.
Para hacerme un favor, ella vino a decirme, que me levante de la cama que ya era la hora.
Me lave los dientes, sin mirarme en el botiquín, me vestí mal con la ropa que junte del piso, y todavía sin abrir los ojos tomaba en la cocina, lo mas rápido posible el café con leche, (idéntico al que voy a tomar los otros 4 días), acompañados por el mismo paquete de galletitas, que me duran varias semanas, en la alacena.
Mientras miraba el reloj de la pared, "eran y 20", así que estaba justo con el tiempo.
Salí de casa solo, mientras ella volvía para meterse bajo las sabanas, cumplida su tarea de despertarme.
Todavía de noche, veía desde la parada del colectivo, que el kioskito de enfrente seguía con las persianas bajas. Me pareció raro, pero la verdad, ni me interesó.
Me bajé en la avenida Mosconi para esperar al segundo colectivo. Ahí se me entremezclaron los sentimientos de satisfacción y extrañeza, al verme solo en esa equina, sin cruzarme a ninguna de las personas que suelo encontrarme a esa hora. Miro el reloj y "ya eran y 35"…
Estaba llegando bien, en el momento que estiraba el brazo y paraba al 113.

Al ver que venia medio vacío, cuando es común dejar pasar a más de 3, que vienen colmados de gente, apurada por llegar a su trabajo, hizo que ya me empezara a inquietar. Si bien la buena suerte debe existir, ya había algo que olía mal.
Arriba de mi 2º bondi de la mañana, "deberían ser y 40"…(ya ni siquiera quise sacar el celular del bolsillo)….Cuando noté que al cruzar la General Paz, el sol ni se molestaba en amagar con pintar de naranja a las ultimas nubes que se abrían a lo lejos.
Donde estaba el sol?
Estoy llegando temprano y todavía es de noche. Y ya se perfectamente, que es al pedo mirar bien el reloj ahora.
"Son menos 5"…Ahora solo resta esperar una hora más hasta que sean las 8 menos 5 de la mañana.
Y la puta que te parió, a vos y al favor que me venís a hacer, para que no me quedara dormido.

jueves, 23 de julio de 2009

Guarda Boludo!!

Soy tan capo cuando camino por Londres.

EPA!!


La Concha de la Lora!

















Que Finito



Cuando descubrí los videos de Nino Bravo, me tenté demasiado. Tanto, que se lo mostraba a todos. Venia Anabel a casa, y se los hacia fumar enteros. Porque toda esa magia era digna de compartirla.
El tipo tenia la costumbre de salir a caminar y pedir que lo filmen, era único Nino!
Stand Up, de antaño. Y ese cagaso que se pegó no fue improvisación en lo mas mínimo.

A veces es simplemente una garcha y no hay vuelta que darle


Te das vuelta, dándome la espalda y cubriéndote hasta el cuello con las sabanas rojas.
Creía que era distinto, pero te escuché de cerca y vos también respiras pausado. Por los dientes entreabiertos se cuela el aire que congela tu lengua que es muda, y moves las piernas al mínimo roce. Por eso elijo estar quieto, para no trasgredir al sueño, mientras me niego a que sea lo mismo, detrás del rojo telón de esas sabanas humedecidas del aliento agrio y reseco. No puede ser lo mismo!
Hoy el colectivo de la mañana y las sabanas rojas y los tres cuartos de tu espalda, que reverberan con las primeras luces que atraviesan las ventanillas. Hasta llegar al laburo y de vuelta tu espalda destapada reflejándose en el metal del portero eléctrico, que se repite en la mesa del almuerzo, y en el viaje de vuelta, que me deja verla bañada de sombras.
Y ahora sentarme en la cama, y al costado vos que tiras de las sabanas para volver a taparte la espalda que lucha por asomarse. Y es inútil pelear para que no sea otra vez lo mismo.
Ya no lo es… es más, creo que las sabanas son grises.

domingo, 19 de julio de 2009

y Sofi también creció...

Pero que linda era esa nena, si vos la hubieses visto pensarías igual que yo, no me caben dudas. Ahí sentadita de rodillas, jugaba amontonando la arena que abrazaba con sus dos bracitos. De seguro sonreirías al verla, de la mejor manera. De la manera en que sonríe la gente distraída, a esos que la espera ya no les preocupa.
Cuando la miré por segunda vez, me di cuenta que le faltaba una mano. Pobrecita!
El muñón que asomaba de dentro de la camperita rosa, ayudaba a amontonar la arena de su montaña y a separar los pedazos de basura que se colaban a los costados.
Por más que la vieras contenta te da pena. Que le vas a hacer!
La belleza se tiñe con el morbo que alimenta la futura cadena de preguntas, que dibujan esa falta de dedos en tu cabeza.
Que se yo!, Será que siempre me dio por comparar.
Me veo en su situación y me duele. Duele mucho cuando algo mío falta. Me miro las manos y están las dos ahí donde tienen que estar. Me alivia eso, pero otra vez la imagen del muñón, y la puntita de los dedos que apenas se anudan en la punta, me dan frío, ni uñas tienen.
Tengo vergüenza de mirarla de vuelta, por eso bajo los ojos y ahí están. Mis manos están ahí
como siempre, y eso me alivia porque necesito a las dos.
Ves que no sirve comparar!
Ella acaba de terminar la cima de su montaña, con una estupenda punta redondeada.

miércoles, 15 de julio de 2009

Sony

Por qué toda la fuerza que no emplean las mujeres en ninguna de sus tareas, por ser el sexo débil, la vienen a soltar toda junta en el momento que cierran la puerta del auto?

De mi auto...(Solamente era para poder decir MÍ auto)



Desde hace un ratito, puedo volver con Ian Brown de fondo, si quiero.


miércoles, 8 de julio de 2009

No aprendemos más

Tengo ganas de que en la tele hagan un experimento periodístico, dignos de los que hace canal 9; en donde manden a un tipo a mezclarse con todas las demás personas en la calle, sin adoptar ningún método de prevención, contra el contagio de la famosa gripe.Que sea una semana con un chabón al que le tosen en la cara, babosea barrales de bondis, comparte el mismo chupetín con la novia, compra pebetes guardados en la campana del buffet de un bar, y duerme siestas en el piso del furgón del Sarmiento. Una vez concluida la vivencia semanal, a merced del alto riesgo de contagio, evaluar si adquirió o no, el virus.Para demostrarle a todas las viejas chotas que se envuelven la cara en una bufanda, o se clavan un barbijo, que no hace falta ser un idiota viviendo en una burbuja para estar sano. Ojala algún directivo cercano a Hadad tenga en mente esa idea tan pelotuda que se me ocurrió. Quisiera verla plasmada en la pantalla.
Desde que la paranoia se disparó, jamás fui precavido, sigo con mi vida de la misma forma. Pero hoy fui a la dentista después de un año, más o menos., Y desde que entré al consultorio, no podía parar de evaluar cualquier comportamiento que elegiría ahí dentro. Por empezar, cuando me saludó, no sabia si darle un beso o pasar directamente y sentarme, para no meterla en un compromiso a ella, pasándole mis gérmenes, que se regocijan en las mejillas. Una vez abajo del lamparón que te enceguece, me di cuenta que era al pedo no saludarla, ya que me manoseó la boca, me metió la aspiradorita de saliva, a la que jamás veo que le cambien la punta, e hizo desfilar a una variedad enorme del instrumental metálico, del que se perfectamente que su esterilización es puro mito.
Por mí que se vallan todos al carajo!, si me contagio, es pura suerte, no puedo vivir lleno de miedos, sin asumir riesgos. Tanto nos martillan la cabeza, con esta gripe, que nos terminan imponiendo la pauta del contagio a toda costa. Vivimos enfermos sin el virus encima. Nos enseñan como vivir, mal que nos pese. Sin estos putos medios, me hubiese muerto sin enterarme que el alcohol se vendía en Gel, en las farmacias.
Me acordé de la vez que me garché por primera vez a Chule, se lo había comentado a mi amiga Anabel. Le dije que el fin de semana pensaba salir con Chule y le iba a chupar toda la concha. Anabel no tuvo mejor idea que decirme; que si hacia eso me iba agarrar “Gonorrea”. Yo no sabia ni de que se trataba la gonorrea, que ya por el nombre genera cierto escozor. Ella muy sensata se encargó de colmar de contenidos apocalípticos, a mi cabeza, mostrándome imágenes de personas infectadas, a las que se les caían los huevos a pedazos, o se les hacían ulceras oscuras en la lengua.De esa forma lo que era un buen plan para el fin de semana, pasó a convertirse, en el miedo a los medicamentos y a morirse tosiendo en una cama de hospital roñoso.. Hasta estuve a punto de llamar a Chule para postergar todo.Mal que nos pese, todos se esfuerzan por enseñarnos como vivir.Y la forma mas rápida de conseguirlo, ¿cual es?
El miedo.

jueves, 2 de julio de 2009

Cuándo fue hora de cambiar?

Cuado era chico, andaba mucho en bicicleta por mi barrio…Casi que tenía estudiados a los diferentes puntos desperdigados por cada zona de Ramos Mejía, en donde era posible cruzarme a las pibitas que me gustaban..,
A los 16 años, era un adolescente, muy flaco, que usaba el pelo largo (atado atrás con alguna colita), con aros en la oreja, y por ser verano tenía la costumbre de estar quemado a full. (Seguramente era muy grasa, pero me sentía genial cuando volvía a casa de noche con mi bici Playera, con todo ese pelo mojado).
Quizás estaré dejando demasiado en evidencia que extraño a mi pelo…
Una vez, volviendo de ver a Valeria, por la calle Pizurno, a 2 cuadras de donde yo vivo, mientras esperaba que los coches que venían de la avenida San Martín, me dieran paso para cruzar, escuché el sonido de un violín… Me llamó la atención, porque no sabía de donde venía, hasta que miré para arriba, y vi la luz prendida en el chalet de la esquina, donde se veía a una chica estudiando de espaldas a la ventana, leyendo con sus movimientos torpes y entrecortados del arco, que sostenía erguido con sumo esfuerzo.
Me quedé un tiempito escuchándola y me fui contento… me hubiese gustado conocerla, decirle que oía su música y también iba a un conservatorio hace muchos años, como seguramente haría ella.
Fue así como hice diaria mi costumbre de pasar por Pizurno levantando la cabeza, para mirar la ventana del chalet, y ver si estaba la rubia del violín ensayando.
Y después la facultad, el laburo, las minas, las minas de noche, escribir cartas con forma de bollos, los amigos perdidos, las mañanas en colectivo, discutir, y anotar números de teléfonos. Hasta ayer a la madrugada, que con mis brazos temblando sostenía el manubrio de la misma bicicleta ya destartalada, oxidada, con el sonar de todas las tuercas flojas, que me distraían del viento helado del barrio que también chilla de frío húmedo.
La luz roja del semáforo en Pizurno, y sin darme cuenta mirar hacia arriba, y encontrar de vuelta la ventana abierta del chalet, ahora con la luz apagada, pero pudiendo ver entre las cortinas, asomarse a una partitura durmiendo en un atril.

lunes, 29 de junio de 2009

Pasa en las peliculas...ehhh pasa en las peliculas nada mas



No soy fanático del cine, por eso si tengo que elegir una película para ver, elijo una de terror. Las elijo solo porque soy un tipo muy distraído, y en esas películas no hace falta prestar atención en la trama, porque ya vienen entendidas desde el momento en que la sacas de la caja, y lees el titulo.
Pero de tanto mirar a ese genero ya me se de memoria los clichés que suelen repetirse.
Acá algunos muy trillados:

1º)-Cinematica de 1º año de física ”M.R.U.A”(Movimiento rectilíneo uniformemente acelerado): El asesino que persigue a sus victimas, logra alcanzarlas, por más que no intente correr. Solamente acelerando el paso sabe que va a dar próximo a su objetivo. El axioma que dice “El que te persigue sin correr, es porque sabe que te va alcanzar”, es valedero de forma notoria.

2º)-Ley de Murphy sobre las caídas: En cualquier persecución, las personas que escapan de una amenaza que los acecha a sus espaldas, siempre tropiezan en el camino y se tuercen un tobillo.

3º)-Negación del peligro: Cuando alguien es testigo de un crimen, o presencia algún hecho sobrenatural que amenaza con la salud de sus compañeros, es tomado por loco al comunicarlo al resto del grupo al que pertenece, y desconoce de dicha amenaza.
La mayoría de las veces, se trata de un grupo de adolescentes confiados, que se encargaran de gastarle bromas al supuesto fabulador, hasta pasada la media hora de película, cuando ya quedan vivos solo la mitad de ellos.

4º)-Ley de escapatoria frustrada: Eludir a un hostigador, y subirse a un auto, con el afán de huir lo más lejos posible de él, conlleva por lo general, toparse con una batería descargada, o enterarse ahí dentro, que las llaves del mismo auto, no están en el tambor de arranque, ni en el gavetero, ni tampoco en el parasol del conductor (sitio donde por alguna extraña razón acostumbran a guardar alguna llave de repuesto en EE.UU, para facilitar el trabajo de posibles ladrones).

5º)-Fallas en las telecomunicaciones: En el momento preciso, donde se necesita con suma presura, realizar un llamado pidiendo ayuda; no importará desde que lugar estés llamando, ni la marca de aparato celular que utilices, jamás existirá cobertura.

6º)-Cura del hipo: En los momentos de suma tranquilidad, en el que un personaje saca un medicamento de adentro del botiquín de un baño, al cerrar la puerta, verá reflejado en el espejo, del mismo botiquín, a alguien parado detrás, al mismo tiempo en el que suena un acorde agudo de un violín.

7º)-Hágase la luz: cada vez que se corta la luz en una casa, ocurre en una noche tormentosa, cuando uno está solo en ella.
Para cambiar los fusibles, siempre se debe caminar distancias insólitas, hasta el lugar más recóndito de la casa, bajando escaleras y esquivando muebles en desuso. Lo mas probable es que la fusilera este en el lugar más oscuro de un sótano.
Sophia Burn una bajista de terror!!!
( no,mentira!, pero para que tenga algo de relacion. Quería ponerla solo porque me gusta The Veils)

domingo, 28 de junio de 2009

La raiz X del problema

La primera vez que te pasó ya te habían dejado.Y te dolía bastante todavía, por eso lo ocultabas cojiendote a Mequi.Dolía tanto, que no quedaba otra que cojertela por un par de horas, con el objetivo de amanecer lejos de casa los fines de semana. De callar al “que dirán”, y después poder reírte vos también, con el programa de Tinelli.
Todo ese pensamiento se ejercita, y no en vano 3 años dentro de la facultad de ingeniería, te enseñaron a simplificar.Por más que uno vea inútil, al hecho de tachar tantas X e Y en un cuaderno, te terminan explicando como llegar a la forma más simplificada, en cualquier ecuación.
Levantarse temprano, comer al mediodía, llegar cansado y dormir, es la simplificación adecuada para cualquiera que fue estudiante de ingeniera. Y de vez en cuando Mequi igualándola a 0, para tomarla como reemplazo en la primera ecuación.

martes, 23 de junio de 2009

Conmigo sos otro!

Por que sos distinto cuando estamos solos?.
Te quedas callado y juro que te mataría!, si vos no sos así!!

Y pensaba que ella tenía razón, y que me amargaba demasiado, las veces que intentaba incluirme a su círculo social, del que prefería excluirme o rozarlo apenas por su tangente.
Fue una noche de verano, donde había pasado a buscar a Maga por la zona de los barcitos de Beiró. Cuando la saludo me dice: “No te jode, que vallamos a tomar algo con mi prima y le novio”…le dije que no tenia drama, cuando se sabe que no hace falta responder a las preguntas retóricas.
A los 15 minutos, ya había adquirido la forma del ser despreciable, amargado y aislado de la conversación interesante de esa mesa con cervezas traspiradas, como centro de 4 miradas desencontradas.
Hace un tiempo hubiese aceptado, sin disgusto la queja de ella, a causa de mi repudiable transformación.
Pero hoy no!.. Dónde es capaz de encontrar el disfrute un hombre que escucha a dos minas hablando de fechas de parto, y mostrándome fotos de ecografías 4 D. Yo tenia razón, hoy no soy culpable de nada!
Creo que el único momento en el que me vi tentado a romper la lámina de saliva que habían sellado mis labios, fue para decir que esas fotos de ecografías, para mí eran todas iguales. Son de un video que los médicos tienen grabados hace años en un cassette, y se lo muestran a todos los futuros padres, para que se queden contentos y tengan la excusa de cobrarle una fortuna, dejándoles ver el crecimiento de su supuesto hijo, que nada en la mar de una pantalla de 7 pulgadas. Al fin y al cabo son todos idénticos adentro de la panza.
Por más que no tenga la certeza de esta pelotudez que en verdad pienso, si existe la hipótesis del fotomontaje de la llegada del hombre a la luna, esta suposición podría ser valedera tranquilamente
Pero como se perfectamente intuir, los momentos en los que puedo decir algo con el afán de ganarme el odio generalizado, elegí seguir callado, o peor aun, elogiar lo bien que salía el bebe en la foto carísima, que les había vendido el médico que los atendió.
La noche pasaba lenta, tanto para mí, como para el novio de la prima de Maga; Walter (por llamarlo de alguna forma, debido a que ya olvidé su nombre).

Walter y yo, somos dos extraños, íntimamente vinculados por el hecho de compartir la misma situación de incomodidad, el mismo anhelo de despedida, posterior al rechinar de las patas de las sillas, al levantarnos de una buena vez, y alejarnos de ese lugar.
Quise ganar otros minutos yendo al baño. Plan decadente, porque mi camarada y extraño a la vez, eligió acompañarme.
Afianzando nuestro vínculo, de cara a los mingitorios, mantuvimos la ligera cordialidad
“¿Y hace mucho que salís con Maga?”,
“Esta bueno este BAR. Viste…”,
“Parece que mañana va a llover”,

De repente nos miramos y entendimos que entre nosotros ya no hacia falta fingir, acá el silencio no esta penado. Terminamos de mear y salimos caminando lo más despacio hacia la mesa, sin dirigirnos la palabra.

domingo, 21 de junio de 2009

Un lindo regreso


No se por qué resucité a este personaje tan querido, capaz porque me acordé de golpe, que Liniers es un siome.
Mirando el último cuadrito, me di cuenta que Torna , debe ser un poco fanático de Caparros.

sábado, 20 de junio de 2009

Soundtrack of Brit happiness



No hay placer invasor tan grande, como llenar los pulmones de ese olor a nuevo...


Bien seria la Banda sonora para sentir que manejas rapido en una ruta de Manchester una mañana de sabado del año 92':
More heat than light(The Veils)-Standing here(The Stone Roses)-Lucky Man(The Verve)-This Charming man(The Smiths)-Can't get out of bed(The Charlatans)-Starlight(Muse)-Alright(Supergrass)-Supersonic(Oasis)-Country House(Blur)-Born to run(The casanovas)-Fire(Kasabian)

miércoles, 17 de junio de 2009

Amo la radio

Te lavaste los dientes y saliste rápido. Aunque todavía era temprano, caminabas sin la mochila, y cerrando tu camperita, vas controlando los bolsillos, como aquellas veces que no dormís en casa.. Ves el bondi parado en el semáforo y cometes el error de correr, para subirte antes de que arranque. Quizás de haber tenido un poquito menos de suerte, se habría puesto en verde, mientras puteabas parado al borde del cordón de la avenida. Pero hoy no!, hoy estas amigado con esa misma suerte, que además de dejarte subir, te pone una vez más, frente a la rubia narigona del 113.
Para que corriste? Si igual llegabas temprano. Ahora la sana fidelidad que tenías desde las 7:30 a las 7:45 de la mañana, ha mutado al despecho más tenaz.
Cuando pudo sentarse, el chabón de al lado, aprovechaba para hundir sus dedos entre su pelo amarillento y desgastado.
Los auriculares los llevo en la mochila siempre, y en contra de mi postura, elegía alienarme y cagarme de risa solo. Me dolió mucho Castelo, y hoy me duele Peña, y lo digo demasiado enserio

lunes, 15 de junio de 2009

They don't Believe

Zapatos con tacos color rojo, para elevar su cuerpito de no más de 1,50m., el delicado vestido de hilo acariciandola, y dos sopapitas chiquititas que apenas sobresalían, por encima de la guitarra.
No hay nada más hermoso que Lourdes.

jueves, 11 de junio de 2009

Indie

Estoy hecho bosta, con sueño, con las piernas que explotan, el pelo engrasado, y escribo solo porque consigo una pequeña evasión lograda al escuchar el tema Don't fight it, de The Panics.
Tengo el presentimiento de que me quieren echar del laburo. Y esa paranoia acabó con la pequeña sensación de omnipotencia con la que misteriosamente empecé la semana.
Necesito tener un sueldo fijo y me da miedo, más que perder el trabajo, el hecho de sentir el abandono, de amigarse con los reemplazables.
Y si llegara a perder ese laburo de mierda, que me importa…
Todo tiene un final, excepto los ralladores de acero inoxidable, que pasan de una generación a otra, fieles e indestructibles.

martes, 9 de junio de 2009

El peso del engaño

Es inevitable toparse alguna vez, con la falsedad innata del género humano, con esos espejismos de arena y viento, que se desvanecen a cortos pasos de nuestras bocas sedientas.
Pero no hay desdicha mayor, que vivir la desilusión del disfrute eterno, en la imagen de un glorioso Flan, que reverbera con su dorado flotante, sobre la espesa laguna de caramelo del plato.
Sumergir la cuchara en la providenciada fiesta de agria dulzura expectante, para luego extinguir el fantasma de un exquisito postre, mediante la alarma del paladar, que nos advierte que aquello desasiéndose en nuestras fauces, no es otra cosa, mas que la porquería de un “Budín de Pan”. Un ladrillo de miga mojada, que solo remite al sabor de la vejez de un miñoncito, cuya escueta forma dada por el amasado en harina, ha sido olvidada hace varias semanas en la alacena de una cocina, y hoy resucita con el disfraz de un postre casero nacional. Trasgredida la imagen y ya roto el ensueño, venimos a enterarnos de la existencia de diversos y falsos flanes que se repiten en demás ordenes de la vida.
Y es así como cualquier día, y dentro de cualquier cocina del gran Buenos Aires, a uno le pisotean sus ilusiones.