La fumadora, que reposaba a su lado; preguntó: “En que pensás?”.
-Estoy pensando en nada!- , le respondió…
Ante esa evasiva contestación, ambos dieron paso al silencio.
Él ha dicho siempre la verdad, aunque su respuesta haya sido lanzada de manera inconsciente. Esa mañana sintió una inconmensurable sensación desconocida que se extendía sin límite alguno por su interior. Sentimiento extraño, inmenso, imposible de abarcar en cualquier espacio, de no ser infinito.
Sintió por primera vez el significado de “La nada” y alcanzó a distinguirla por una característica ineludible, que se abrió paso entre la comisura de sus labios. Como no enterarse de aquel intenso y agrio sabor que se apoderaba de su aliento. Esa “Nada” tenía el gusto de la nicotina.
5 comentarios:
no se puede ningunear el sabor a la nada....
me gusto este relato!!
y si querido si se escucho piazzola en plaza flores...
preguntele al angel gris si quiere mas detalles
besos
Lilya
gracias diego x tu comment.
libertad libertad y libertad.
q se yo.
hay algo mas excitante q eso?
bueno si, jajjajaja
dsp viene la libertad entonces
besos diego
Pattie*
me encantó tu blog.
Gracias por tus palabras
de verdad tus escritos hacen sentir eso es justo lo que buscaba al hacer mi blog aunque yo no escriba como tu me encanta leer lo que tu escribes después de leer tu blog queda esa sensación de hacer algo diferente escucharme a mi misma no se es raro n_n besos¡¡¡¡
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