domingo, 19 de abril de 2009

Me and the devil Blues

Podría definir a la Mitología como la narrativa fantástica de sucesos históricos. Esta atractiva forma elegida para el relato, da paso a la construcción de las leyendas. Y si menciono al guitarrista de blues Robert Johnson, no puedo eludir la dialéctica de la Leyenda en sí misma. Su vida se ve plagada de acontecimientos que se confunden, entre lo real y lo ficticio. Por empezar debo decir que estas dos fotos que aparecen de él, son las únicas que existen. Luego de su muerte, hace más de 80 años, con la edad de 27, dejó un legado de solo 29 composiciones. Las mismas que fueron versionadas, por montones de músicos. “Love in vain” por ejemplo; es un blues que he tocado miles de veces, pensando que era de Jagger y Richards…En el disco de los Stones, decía que era una adaptación, pero como el disco que yo tenía era del año 95’, pensé que se trataba de una adaptación de una antigua grabación de ellos, sin tomarme el trabajo de leer mas abajo, donde me toparía con ese nombre, que seguramente no me habría llamado la atención, en ese momento.
Robert Johnson, no tuvo padre…ya que es fruto de una relación ocasional de su madre. Es así que de chico ni siquiera sabia cual era su apellido. Creció en Misisipi junto a distintos hermanastros, porque su madre no tenía parejas estables. Se casó con solo 17 años, y a los 2 años de matrimonio, su mujer de tan solo 16 y su hija, fallecieron durante el parto. Robert, se convirtió en un alcohólico, y dividía su tiempo, entre los trabajos en los cultivos de un campo de algodón, y las presentaciones como armoniquista en clubes nocturnos. Era bueno con la armónica, pero más que mediocre con la guitarra.
Y aquí nace el mito. Se ausentó durante un año, y la gente del pueblo no supo más de él. Fue un tipo mujeriego, sin destinos…tenía por costumbre subirse a los trenes sin rumbo y conseguir mujeres, tocando su música en diferentes sitios…sumado que acostumbraba a cambiarse el nombre, para no ser encontrado por maridos, de las mujeres a las que solía frecuentar. Le gustaban todas las mujeres, pero las casadas era más fácil que tuviesen dinero.
La década del 20’ fueron épocas difíciles. (En una nota a B.B King, meciona a Robert Johnson, que al fin al cabo hizo la escuela del blues, para músicos de su talla. Y dice que “en esos años ser negro y tocar Blues, era ser Negro 2 veces”)
Luego de ese año de ausencia, Robert volvió con unas habilidades sublimes, con su guitarra, y una voz plagada de falsetes maravillosos, que le resultaron inexplicables para los que lo conocieron simplemente como un chico que solo sabia soplar bien la armónica. Este talento, según él fue adquirido una noche, donde vendió su alma al demonio. La historia cuenta que tomando una guitarra y caminando, por un camino polvoriento hasta llegar a un cruce perdido, el diablo se presenta allí, para tocarle una canción en esa guitarra, con la que se logrará el éxito eterno.
Robert no era tonto…y se aprovechaba alimentando ese mito. Tenia la costumbre de irse sin saludar cuando terminaba su actuación sobre los escenarios. Hasta llegó a decirse que se desvanecía, por obra del demonio que se llevaba su alma cuando éste acababa de tocar.
También cabe destacar, que durante ese año que se mantuvo ausente, robert volvió a casarse con una mujer mucho mayor que él, la cual poseía una mediana fortuna, que le permitía vivir de ella sin trabajar, disponiendo de un tiempo mayor, para perfeccionarse con la guitarra.
Hay más hechos anecdóticos que cabrían ser destacadnos, como la existencia de un discípulo, o una grabación con su guitarra destrozada, luego de ser detenido por la policía…pero digamos que todo se acabó, una noche en la que tocando en un club, cuyo dueño era el marido de una de las amantes de Johnson, se encargó de alcanzarle una botella de Whisky, mezclado con estricnina.
La muerte en realidad es misteriosa, no hubo autopsia. Otros hablaron de que tenía sífilis, o neumonía, incluso que lo envenenó esa misma amante en vez del marido. La cuestión es que el pacto con el diablo se cumplió al pie de la letra, y la fama eterna tiene su precio.


Crossroad, es una pelicula basada en su vida, donde actua el chabon de karate kid, pero es malisima, y me daba un no se que...si nombrarla o no.



4 comentarios:

Paula Daiana dijo...

Muy bueno su aporte y la reseña... "su vida se ve plagada de acontecimientos que se confunden, entre lo real y lo ficticio" a veces el límite ente lo real y lo ficticios es tan ínfimo que no nos damos cuenta.
Saludos
Pau

Anónimo dijo...

Muy buen post Diego.
Estoy de acuerdo contigo. La peli es muy mala.
Besos.
:)

Daniela dijo...

jajaj....me acuerdo de esa película.Pero no tenía idea de que se trataba de la vida de Robert Johnson,o casi......
Esa anécdota del famoso encuentro entre él y el Diablo lo había escuchado muy al pasar en la radio y en documentales sobre la historia del rock.....Pero no sabía que era una leyenda en sí.....
Y ahora que contás que se murió a tan corta edad me da un poco de escalofríos....

Nos vemos.

Dani.

Patri dijo...

He pasado por aquí y he decidido pararme a dejarte un saludo.

Pasate si quieres por mi blog

Patri